Después de cincuenta días encerrados, el mes de mayo es el conocido como mes de la desescalada. Y es que, con las medidas de alivio, en mayor o menor medida podemos salir a pasear, realizar compras no esenciales o retomar la actividad. Sin embargo, este mayor grado de libertad, ha supuesto para algunas personas el miedo a salir a la calle. Una situación que no debe alarmarnos.

El Síndrome de la cabaña

Estos días se está hablando mucho del ‘síndrome de la cabaña’ vinculado al miedo a salir a la calle. Este término define el conjunto de síntomas desde el miedo o la ansiedad que experimenta una persona al salir a la calle después de haber pasado un tiempo en un espacio cerrado.

Este síndrome no es patológico. Solo refleja las dificultades que algunas personas pueden experimentar a la hora de cambiar de hábitos tras dos meses encerrados. Además, esta vuelta a la rutina, no se hace en condiciones de normalidad. Y es que, además de seguir unos horarios, debemos atenernos a unas nuevas normas (distancia de seguridad, mascarillas, guantes, …)   Estos hechos pueden generar miedo a salir a la calle en algunas personas sin padecer por ello ninguna patología mental.

Miedo a contagiarnos

El miedo a contagiarnos es otro de los motivos por lo que es normal experimentar miedo a salir a la calle. La sobreinformación de los medios, las cifras diarias de muertos y contagiados, pacientes en UCI, familiares enfermos, hace que nuestra percepción del contagio sea real. Además, las medidas de alivio no se toman porque el virus haya desaparecido, si no porque la presión asistencial ha disminuido. Por ello, el miedo a contagiarnos o a contagiar a nuestros familiares es real. Si tenemos en nuestro entorno pacientes de riesgo, el miedo a salir a la calle puede verse incrementado.

Tener miedo a salir a la calle es normal

Por estas razones, tener miedo a salir a la calle es una sensación normal. De hecho, es uno de nuestros mecanismos de defensa. El miedo a contagiarnos, por ejemplo, nos ayudará a tomar mayores medidas de prevención. Sin embargo, el miedo puede convertirse en patológico si nos paraliza.

Ir poco a poco para ganar en seguridad

Si somos de ese colectivo que experimentamos miedo a salir a la calle, nuestro consejo es ir poco a poco. Por ejemplo, podemos salir a pasear en distancias cortas y poco a poco ir ampliando ese tiempo de paseo. Se trata de ganar en seguridad. Y es que la exposición progresiva a lo que tememos es lo que nos permitirá vencer ese miedo. Para ello, recomendamos marcarse pequeños objetivos diarios.

Además, es importante apoyarnos en nuestro entorno. Exteriorizar nuestro miedo en nuestro entorno más cercano y de confianza nos ayudará a dimensionarlo correctamente. Y, puede que comprobemos que no somos los únicos en esta situación.

En definitiva, si sientes miedo en esta nueva «normalidad», no debes preocuparte. Es normal. Ve dando poco a poco pasos y sal de casa poco a poco. Retoma paulatinamente el contacto social y siempre con las medidas de seguridad establecidas en cada momento.

¡Comparte!

Relacionados