A Platón le habría encantado unirse a uno

Él, cuando hablaba de conquistas y batallas, decía que la primera y mejor victoria era la conquista de uno mismo. La expresión incluye muchas cosas: conquistarse es haberse conocido, haber llegado a respetarse, a quererse.

La victoria la encontramos, por tanto, en el trabajo que hacemos con nosotros mismos. En nuestra labor de integración, de crecimiento, en el largo y pedregoso camino que recorremos para mirarnos, entendernos y elegir de forma consciente a dónde queremos llegar.

Los grupos de desarrollo se basan en un principio:

No es necesario tener dificultades psicológicas para realizar un proceso de mejora personal. La experiencia, sabia consejera, nos muestra lo siguiente: aunque los Grupos de Desarrollo Personal no son en sí mismos terapia psicológica, el participar en ellos supone una montaña de efectos positivos.

Se favorecen cambios personales, se busca el equilibrio psicológico/emocional, el incremento de consciencia, la estabilidad y la paz de comprenderse a uno mismo.

A través de reflexiones, de material psico-educativo y de la realización de ejercicios y dinámicas planificadas se fomenta el conocimiento propio, y no se deja de lado algo muy importante: el conocer y comprender a los demás.

El grupo como entidad con vida propia ayuda a reexaminar aprendizajes y actitudes, y los ejercicios que se hacen facilitan el descubrimiento de nuestras maneras de hacer, de afrontar, de actuar en situaciones difíciles.

¿A quién están dirigidos?

A cualquiera que quiera conquistarse a sí mismo, de esa manera Platónica. A quien le interese su desarrollo personal, a quien sienta curiosidad por sí mismo.

La puerta está abierta