La ansiedad forma parte de la condición humana y sirve para afrontar situaciones de peligro o riesgo. Sin embargo, cuando es demasiado intensa, se convierte en una fuente de sufrimiento que es necesario controlar. 

 

¿Cuáles son los síntomas de la ansiedad?

La sintomatología de la ansiedad es tan increíblemente extensa que necesitaríamos un artículo solamente para ello, así que describiremos las más habituales y preocupantes. Opresión en el pecho, falta de aire, vómitos, mareos, falta de apetito sexual. En el aspecto psicológico, agobio, inquietud, inseguridad, pensamientos violentos o suicidas pueden ser algunos de los más graves. También se puede dar rigidez en manos y brazos, mandíbulas, cambios en la voz o excesiva crispación. Así mismo se podrían dar dificultades con la atención y la memoria, tendencias a despistarse, así como dificultades con el lenguaje, tanto si es por excesiva verborrea como por falta de expresividad y tiempos en blanco.

Las consecuencias de la ansiedad pueden afectar a nuestra calidad de vida, provocándonos efectos tan negativos como pérdida de memoria a corto plazo, mareos, dolor de cabeza, ritmo cardíaco elevado, incapacidad para concentrarse.  ¿Cómo podemos afrontar una crisis de ansiedad? A parte de evidentemente  acudir a un profesional, hay algunos trucos que nos pueden ayudar a superar estos episodios.

Tratar de controlar la respiración, intentar respirar de forma pausada, suave y profunda.

Piensa en positivo, algo te ha provocado ese estado, intenta en ese momento fijar tu mente en algo positivo.

No consumas bebidas estimulantes que puedan llegar a alterarte.

Relajarnos antes de dormir, es un momento muy importante porque si nos acostamos alterados es posible que nos cueste mucho dormir, pudiendo producirnos aún más alteración.

Hacer ejercicio y comer bien, así como también evitar los agobios, debemos aprender a priorizar y llegar hasta donde podamos.

Y por supuesto volver a recordaros acudir a un profesional.

¡Comparte!

Relacionados